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El Poder de la Gente Positiva


por Tara Parker

Mientras que muchos nos enfocamos principalmente en la dieta y el ejercicio para mejorar nuestra salud, la ciencia indica que nuestro bienestar también depende de la gente que tenemos cerca. Los investigadores han descubierto que algunos comportamientos benéficos para la salud parecen ser contagiosos y que nuestras redes sociales —en persona y en línea— pueden tener influencia en la obesidad, la ansiedad y la felicidad en general. Un informe reciente también reveló que la rutina de ejercicios de una persona es fuertemente influida por su red social.

Recientemente recordé el poder de las masas durante un crucero de bienestar. El evento atrajo a un grupo de viajeros con ideas similares quienes, a pesar de experimentar varios niveles de adversidad en sus vidas como el cáncer, la pérdida de la visión y el reciente fallecimiento de un ser amado, eran notablemente optimistas y alegres. La edad de la gente oscilaba entre los 17 y los 90 años. Un hombre inspirador, de aproximadamente 80 años, había comenzado un estilo de vida vegano y un entrenamiento estricto para controlar su diabetes. Otra nueva amiga, que tiene 50 años y sobrevivió al cáncer de pulmón, me animó y mantuvo a flote durante unos ejercicios particularmente difíciles.

Después del viaje, todos prometimos seguir en contacto. Animada por la experiencia, regresé a casa con un compromiso renovado no solo para hacer ejercicio y tener una vida sana, sino también para mejorar mi vida social y pasar más tiempo con personas felices.

Dan Buettner, escritor y miembro de National Geographic, ha estudiado los hábitos de salud de la gente que vive en las llamadas zonas azules —las regiones del mundo donde la gente vive mucho más que el promedio—. Se dio cuenta de que las amistades positivas son un tema frecuente en las zonas azules.

“Los amigos pueden ejercer una influencia mensurable y continua sobre tus hábitos de salud de maneras en que una dieta nunca podría”, dijo Buettner.

En Okinawa, Japón, un lugar donde la esperanza de vida promedio de las mujeres es de cerca de 90 años, la más alta del mundo, la gente forma una especie de red social llamada moai —un grupo de cinco amigos que se brindan apoyo social, logístico, emocional e incluso financiero de por vida—.

“Es una idea muy poderosa”, dijo Buettner. “Tradicionalmente, sus padres los colocan en moais desde que nacen, y ellos se acompañan durante toda su vida”.

En un moai, el grupo se beneficia cuando las cosas van bien, por ejemplo, cuando comparten una cosecha abundante o cuando los grupos familiares se apoyan unos a otros si un niño enferma o alguien muere. También parece que influyen en sus hábitos de salud.

Buettner está colaborando con funcionarios federales y estatales de salud de Estados Unidos para crear moais en dos decenas de ciudades en todo el país.

“Nos hemos dado cuenta de que, en algunas de estas ciudades, puedes simplemente reunir a la gente que quiere cambiar sus hábitos de salud y organizarlos para hacer caminatas o reuniones de comida preparada solo con vegetales”, dijo. “Los animamos a que se reúnan durante diez semanas. Hemos creado moais que ya cumplieron algunos años y aún ejercen una influencia saludable en las vidas de sus miembros”.

La clave para crear un moai exitoso es comenzar con gente que tiene intereses, pasiones y valores en común. El equipo de la Zona Azul intenta agrupar a la gente con base en su ubicación geográfica y en sus calendarios de trabajo y escolares, para empezar. Después, les hacen una serie de preguntas para encontrar intereses similares. ¿Tu vacación ideal es un crucero o un viaje con mochila al hombro? ¿Te gusta el rocanrol o la música clásica? ¿Estás suscrito a The New York Times o a The Wall Street Journal?

“Agrupas los intereses para que den lugar a una relación de larga duración”, dijo Buettner.

Carol Auerbach, una de mis compañeras de viaje que vive en Nueva York, señaló que rodearse de gente positiva la ha ayudado a sobrellevar la pérdida de dos esposos a lo largo de los años. Auerbach enviudó cuando tenía 30 años y sus hijos tenían 2 y 5 años. Con el apoyo de su familia y amigos, además de su propia determinación, fue capaz de mantener a su familia y terminó por volverse a casar. Más tarde en 1992, su segundo esposo murió de manera inesperada. Para sobrellevar la segunda viudez, se enfocó en el voluntariado y en contribuir a su comunidad.

Auerbach dijo que cree que aprendió a tener una actitud positiva por su madre, una sobreviviente del Holocausto que huyó de Alemania a los 19 años y nunca más volvió a ver a sus padres.

“Cuando era niña no teníamos mucho dinero, y los cuatro vivíamos en un apartamento de una sola habitación, mis padres dormían en un sofá-cama”, dijo. “Mi madre nunca se quejaba. Creo que en el fondo sabía que las dificultades siempre se presentan, pero que debes sentirte muy agradecido por la vida que tienes y sentir la responsabilidad de sacarle el mayor provecho”.

Con el tiempo, Auerbach encontró otra vez el amor y ha estado casada con su tercer marido durante quince años. “La vida es muy corta como para pasarla rodeada de gente negativa”, dijo. “Necesito gente a mi alrededor que se preocupe por mí, que sea agradecida y que vea el mundo como un vaso medio lleno, no medio vacío”.

El equipo de la Zona Azul elaboró un cuestionario para ayudar a la gente a evaluar el efecto positivo de su propia red social. El cuestionario pide información sobre tus amigos y su estado de salud, cuánto beben, comen y se ejercitan, así como sus actitudes. El objetivo del cuestionario no es que deseches a tus amigos menos saludables, sino que identifiques a la gente en tu vida que tiene una mayor calificación y que pases más tiempo con ellos.

“Sostengo que lo más poderoso que puedes hacer para agregar años saludables a tu vida es sanar tu red social inmediata”, dijo Buettner, que aconseja que te enfoques en tres o cinco amigos de la vida real en lugar de amigos lejanos de Facebook.

“En general, debes buscar amigos con los que puedas tener conversaciones profundas”, dijo. “Que puedas llamarlos en un mal día y que se preocupen por ti. Tu grupo de amigos es mejor que cualquier droga o suplemento antiedad y hará más por ti que cualquier otra cosa”.


Mientras Menos Juguetes tenga un Niño más Inteligente y Feliz será

 

¿Quieres que tu hijo sea más feliz e inteligente? ¡No le des tantos juguetes!
No podrás mentir que es frustrante comprar un juguete que te encantó para tu hijo y que te hace pensar que no lo soltará por un buen rato, pero, contrario a lo que te imaginaste, lo dejó a un lado para disfrutar al máximo la caja en donde venía esa “maravilla” de regalo.
Como papás siempre queremos darle a nuestros hijos lo mejor, incluso, hacemos un gran esfuerzo para darles más de lo que nosotros disfrutamos en nuestra niñez, y un ejemplo de esto son las montañas de juguetes que les regalamos para que se “diviertan”.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Infant Behavior and Development revela que mientras menos juguetes tenga un niño, será más feliz y tendrá la oportunidad de desarrollar habilidades que le ayudarán en un futuro.
Cuando un niño tiene juguetes al por mayor pierde el interés en ellos y es más fácil que se aburra. Mientras que el pequeño que tiene menos objetos de juego para elegir tiene más oportunidad de desarrollar su creatividad e imaginación.
Nosotros mismos podemos confirmar esta teoría cuando vemos a nuestros hijos imaginar que la caja de ese “súper juguete que compramos” se convierte en un fabuloso carro de carreras o en la casita que alberga las muñecas consentidas.
Además, los niños que tienen menos juguetes los aprovechan al máximo, ya que pasan más tiempo jugando con ellos, lo que les permite tener una mejor calidad de juego, despertar esa curiosidad innata de los pequeños, y el deseo de explorar el entorno que lo rodea.
Incluso, notarás que su nivel de concentración será mejor cuando no tenga muchos juguetes que lo distraigan.
Así que más allá de darle cosas a “manos llenas”, mejor elijamos aquellas que le ayudarán a desarrollar de forma positiva sus habilidades. Lo más sencillo siempre hará más feliz a tu bebé.
           
Fuente: Infant Behavior and Development