Pueden ser diversas las causas que te llevan a materializar un emprendimiento propio y solo el hecho de que ese pensamiento se haya alojado en tu cabeza, demuestra que ya estás preparado para aterrizarlo.
Para generar tu
propia idea de negocio, en primer lugar debes sincerarte contigo mismo,
establecer por qué estás dando este paso tan importante en tu vida, hacerte
consciente de que el único responsable de que el proyecto alcance el éxito eres
tú y de que tienes mucho trabajo por realizar antes de que veas los frutos de
la iniciativa.
Te recomendamos
tomar papel y lápiz y en un lugar donde te sientas cómodo escribas las ideas con las cuáles crees que vas a hacer
dinero, recuerda que las ideas perfectas no existen y la tuya irá tomando forma
a medida de que pase el tiempo.
Ahora, debes
detectar si tus capacidades personales y profesionales, están estrechamente
vinculadas al negocio que deseas. Una vez que lo hagas, es hora de que definas
en qué estatus se encuentran ciertos aspectos: el ámbito financiero, el marco
legal, el equipo con el que contarás y cómo vas a comunicarlo.
Si estás realmente
convencido de que quieres ser empresario, una vez que hayas definido los
pilares que darán forma a tu proyecto, es momento de buscar la ayuda de un
consultor que asesore tus decisiones de ahora en adelante.
Excelente!
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